Todas las personas somos diferentes y, por tanto, todos reaccionamos de diferente forma. Cada persona es un mundo. Existen personas más expresivas otras menos, pero todos reaccionamos. Esas reacciones dependen, aparte de por nuestra forma de ser, de nuestros gustos e incluso de nuestros miedos.
Es por eso que he ido por diferentes zonas de Madrid enseñando una serie de fotografías, a mi parecer, impactantes. Viendo cómo reaccionan los ciudadanos, qué es lo que les impresiona y qué es lo que piensan tras ver este tipo de fotografías, yendo desde las más tristes y dolorosas hacia las más alegres.
Lo que he podido comprobar tras esta serie fotográfica, es que estamos saturados de información. Cada vez nos cuesta más reaccionar ante diferentes temas, sean tristes y dolorosos o alegres. Constantemente nos están bombardeando con noticias, la mayoría malas, en las que vemos imágenes bastante tristes y dolorosas, temas que han conseguido que ya no causen tanto impacto. Y pasa lo mismo con fotografías más alegres, nos cuesta reaccionar. Hemos llegado a un punto en el que ya casi no hay cosas con las que reaccionemos, y esto se debe a que ya hemos visto de todo. Hemos visto tantas fotografías, referentes a cualquier tema, que ya no nos crea impacto.
Cristina Devesa
Taller de fotografía creativa URJC 